
Cómo puedes ayudarle a hablar:
•Hablando en casa. Dejarle crecer y expresarse, en silencio no se le enseña a comunicarse.
•Hablando bien, lentamente, articulando bien las palabras y empleando términos y frases correctas. Deben evitarse las estructuras sin artículos o llenas de diminutivos o de palabras deformadas, aunque sean cariñosas.
•Manteniendo el contacto visual-táctil mientras se habla. La palabra debe ir acompañada de caricias o de otros actos de atención materna que gusten al niño, como lavarle, darle el pecho o acunarle.
•Corrigiendo errores desde el primer momento, aunque sin reñirle. Al niño que aprende a expresarse se le debe animar y estimular, así como aplaudir y premiar por sus progresos.
•Asociando la comunicación con las actividades cotidianas siempre que sea posible: comer, lavarse, vestirse, ir de compras, etc.
•Garantizando un ambiente sereno, de manera que el niño perciba confianza y seguridad en las personas que tiene a su alrededor. Así aumentará su deseo de comunicarse con los demás.
•Es necesario un ambiente estimulante, aunque no de una manera excesiva: deben abundar las cosas y los hechos que también se relacionen con la vista, el oído, el olfato y el tacto. Ello permitirá al pequeño captar datos inmediatos y sensaciones capaces de ser comunicadas.
•También es importante vivir la comunicación como algo natural. Debe suspenderse cualquier ejercicio si el niño da señales de cansancio.